-Usted piensa que
besar a una novicia es un comportamiento normal,
¿verdad?- ¿Sabe lo que no es normal? ¿Usted quiere que yo le diga lo que no es normal? No es normal pensar que hacer el amor es
pecado, no es normal. No es normal pensar que Dios no quiere a las lesbianas y a los homosexuales, no es
normal. No es normal que la iglesia oculte abusos de niños, ni que los sacerdotes no se puedan
casar. No es normal la riqueza del vaticano ni los anillos, ni el oro, ni el
dinero tirado en campañas de
publicidad, ni todo ese boato absurdo mientras 30 millones de personas se contagian de sida en
África por no usar preservativo. Señores, Dios nos hizo con dos brazos, y con dos piernas, y también nos hizo con la capacidad de
amar, de querernos, de
tocarnos, de sentir con la yema de los dedos un pecho adorado por la tentación, y eso señores, eso, no puede ser
pecado.
Señores, amar no es fácil.Y ustedes, ustedes se empeñan en hacerlo más
difícil y enrevesado como si no nos bastáramos nosotros mismos, como si no se bastara la propia humanidad para complicarlo
todo.Señores, porque amar,
amar es entender también el rechazo, entender que te van a hacer
daño, entender que vas a sufrir, que vas a
llorar, y es entender que las cosas son muy distintas al sacramento que nos imponen, o sea, hoy,
¿hoy te casas y vives feliz para toda la vida? Falso.Señores, falso, por muchos siglos que puedan ustedes seguir proclamándolo.
¿Saben qué creo? Creo que ustedes no saben lo que es el
amor, porque si… si algo he aprendido estos años es que si apretar un cuerpo hasta convertirse en uno, si eso es pecado, señores, soy un
pecador.Porque el único Dios en el que creo, es el amor. ¿Entienden?
El amor.